Cuando hablé con Anna la primera vez me supo muy mal decirle que ya tenía su fecha ocupada, y que no iba a poder ser el fotógrafo de su boda en el Castell de Peralada. Finalmente, encontró a otro compañero y todo parecía que iba a terminar como siempre. Peeeeero con lo que nadie contaba era con que llegaría una pandemia…
Breve resumen de lo que vino después: resulta que aplazaron la fecha original de la boda. El otro fotógrafo no tenía disponibilidad para la nueva fecha y en ese momento Anna se acordó de un servidor. Me llamó, recuperamos el hilo donde lo dejamos la primera vez y fijé su fecha en mi agenda. Al cabo de unos meses, por fin la pandemia nos dejó respirar un poco, y llegó el día de la boda.
Ventajas de una boda en el Castell de Peralada
Como fotógrafo de bodas, una de los momentos de nuestro trabajo que suele ser aburrido, son los preparativos. Normalmente, te encuentras en una habitación pequeña, con algo de luz natural y poco más. A priori no son las mejores condiciones, aunque en esta boda, fue todo lo contrario. Anna se preparó en una suite de ensueño con un ventanal con muchísima luz natural que transformó el rato de los preparativos en toda una delicia.
Historia de una pequeña boda íntima entre campos de golf en el Empordà
La ceremonia de la boda fue muy íntima y personal. Apenas duró un cuarto de hora, y no era de extrañar porque lo mejor vino después. Durante el aperitivo nos acompañó la increíble voz de Gigi McFarlane y el saxo de Octavio Fanes. Fue una sorpresa para todo el mundo y viendo las fotos, no hace falta decir que dejaron a todo el mundo del revés. De hecho, estoy seguro de que esta boda en el Castell de Peralada será recordada durante mucho tiempo!
Sin duda Anna y Josep saben cómo organizar una fiesta. Ya que se guardaron su mejor carta para el final de la comida. De nuevo, nos sorprendieron a todos con un pequeño concierto en directo con Pep Sala, el mítico cantante de Sau. Fue un momento corto e intenso, ya que la lluvia nos jugó una mala pasada. Suerte que Isaac de Sono Accio supo tomar las riendas de la fiesta a tiempo para no dejar que los ánimos decayeran.
Aunque en todo momento os he hablado de una boda en el Castell de Peralada, esto más bien se trataría de una boda en el hotel Peralada. Son del mismo grupo, están a menos de un quilómetro de distancia, pero técnicamente no son lo mismo. Pero siendo sinceros, y viendo el rollazo de fiesta que se montó, no quería perder la oportunidad de enseñaros este reportaje de boda!