Ari y Joan eligieron el pintoresco enclave de Mas el Martí, en el corazón del parque natural del Montseny, para escribir un capítulo inolvidable en su historia de amor. Esta joven pareja decidió sellar su unión de manera sencilla y elegante. Pero sin perder su personalidad, ya que dieron toques tan sorprendentes al evento como por ejemplo la entrada a la ceremonia de Ari. Qué la hizo a a lomos de un majestuoso caballo. Sígueme, que te lo cuento en palabras, y te lo enseño en imágenes:
Una entrada a caballo de ensueño para esta boda en Mas el Marti
La ceremonia de una boda en Mas el Martí
El sol se levanto tímido en Mas Martí, aunque terminó brillando en el cielo cuando Ari llegó para prepararse. Lo hico en la intimidad, solo ella, su madre y su prima. Mientras, Joan se preparó junto a toda su familia.
Sin lugar a dudas, el punto fuerte de este Mas es su localización y las vistas que ofrece. No es la finca con más espacio del mundo para bodas. Pero para una boda de entre 80 y 130 personas, es un sitio muy valido para este tipo de eventos.
A parte de esto, quizás, el detalle más “problemático” puede ser la falta de luz en el interior del Mas. Algo que es totalmente comprensible al tratarse de una construcción típica de la zona con ventanas pequeñas.
Con la llegada de los invitados, Joan entró junto a su madre en dirección al altar (que lo situaron en el patio delantero del Mas). Donde se quedó esperando a la entrada triunfal de Ari.
Ella, radiante en su vestido blanco de novia y su corona de flores en la cabeza, montó con gracia en su noble corcel. Momento en que su padre cogió las riendas y guió al animal por la bajada que llevaba a la zona de la celebración. El caballo se portó muy bien en todo momento. Solo cuando Ari se bajo de él, este se dio la vuelta muy rápido y casi la desequilibra cuando su muslo trasero la rozó.
La elección de llegar a la ceremonia a caballo no solo añadió un toque de elegancia y majestuosidad, sino que también simbolizó la fuerza y la conexión profunda entre Ari y Joan.
Entre sonrisas, parlamentos y algún que otro momento emotivo, la ceremonia pasó en un abrir y cerrar de ojos. Llegaron los anillos, el “si, quiero” y el momento más emblemático de toda boda dio paso a la salida de la pareja que recibió con muchas ganas el confeti de esta boda en Mas el Martí.
Las propuestas gastronómicas entre vistas y el entorno de Mas el Marti
Sin duda, la belleza rural y el encanto característico del entorno sirvieron como aliados para las fotos de pareja. Fue un rato que no se demoró mucho, pero si que le dedicamos unos instantes para aprovechar que todavía teníamos a nuestra disposición el caballo de Ari. Esto, junto a la zona boscosa proporcionó un ambiente idílico para las fotos de un reportaje de pareja único!
Una vez terminamos el reportaje de pareja, Ari y Joan entraron por la puerta grande al aperitivo. Donde todos sus invitados les estaban esperando. Optaron por un formato muy fresco. La idea es que no hubiera plato/s principales. Sino que aprovecharon el jardín con sus vistas para que el catering repartiera mesas temáticas con diferentes propuestas gastronómicas. Los invitados se movían libremente entre las diferentes mesas para comer lo que les apeteciera junto a los aperitivos que los camareros sacaban de dentro de la cocina.
Se pusieron el delantal para trabajar en su boda
Después de tanta propuesta gastronómica, era momento de sorprender de nuevo a los invitados. Por lo que Ari i Joan “desaparecieron” sin dejar rastro durante cinco minutos, para reaparecer trayendo el postre. Obviamente, no desaprovecharon la ocasión, vistieron delantal y gorro de chef por encima de su traje y vestido para servir las porciones a los invitados. Que iban pasando por su mesa dulce a probar los dulces.
Una propuesta muy original, y unos postres muy bien elaborados. Estos junto a todo el servicio de comida fueron obra de catering El Ginjoler. Una muy buena opción si quieres que tus invitados recuerden tu boda con cariño.
Un día inolvidable en Mas el Marti:
A partir de ese momento el reportaje de fotos de la boda de Ari y Joan en Mas el Marti capturó los momentos más locos con la pista de baile. Joan lo dio todo y casi se gana el titulo de rey de la pista, aunque Ari les piso los pies todo el rato y al final ella fue la que ganó el premio a la reina de la noche.
Mas el Marti se convirtió en un cómplice visual más del evento, un testigo eterno de un amor que eligió destacar, en cada detalle, la singularidad de su unión. Este reportaje de fotos es más que un simple testimonio visual de la magia que puede surgir cuando el amor se celebra de manera auténtica y única. Es un recuerdo de por vida de un día irrepetible.
